La lana de vidrio es un material aislante térmico y acústico utilizado en la construcción y en la industria. Su estructura está conformada por largas y finas fibras de vidrio, mayormente reciclado, ligadas con una resina térmicamente fraguada para formar el rollo aislante, liviano y flexible. Estos son de distintos largos por 1.2m de ancho, y disponibles en distintos espesores. También en el mercado podemos encontrar paneles rígidos, con lana de mayor densidad, para utilizar tanto en superficies horizontales como verticales.
La lana de vidrio es 100% reciclable, no contamina y es un producto inerte tanto para la naturaleza, como para el ser humano. Es un producto atóxico, no cancerígeno y no es perjudicial para la salud. Una de sus ventajas más relevantes, que la diferencia de otros productos aislantes, tal como los derivados del petróleo, fibras vegetales o acrílicas, es que es incombustible, no es inflamable, no genera humo ni gases nocivos y resisten altas temperaturas, limitando la propagación de las llamas y retrasando el esparcimiento del fuego. Esto quiere decir que si hay fuego proveniente del exterior o de ambientes vecinos, la lana de vidrio retrasa la propagación del fuego por tiempo determinado. Las casas pasivas, posibles mediante el uso de una adecuada aislación y ventilación, no requieren formas activas de calefacción.
El objetivo es reducir el consumo de energía para que nuestro planeta no pague nuestro confort.
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